DOMINGO DE LA ASCENSIÓN.
La fiesta de hoy no ayuda a mirar hacia adelante y fomenta en nosotros la esperanza, porque “donde nos ha precedido Él, que es nuestra Cabeza, esperamos también llegar nosotros como miembros de su Cuerpo”.
📜En el evangelio aparecen las últimas palabras de Jesús a los suyos y constituyen un buen resumen de la fe de los primeros cristianos:
➡️ Jesús es el mesías, que ha muerto y ha resucitado.
➡️ Esto responde al plan de Dios perfectamente.
➡️ Los que han experimentado este misterio deben sentirse enviados a difundir esta buena noticia por todo el mundo.
➡️ Todos los hombres están llamados a la conversión y recibir sus efectos salvadores.
➡️ Los testigos no estarán solos en esta tarea misionera, sino que el mismo Espíritu Santo actuará por medio de ellos.
🌠Mostrar a Jesús “subiendo” al cielo narra algo que supera la capacidad humana de comprensión y de expresión: se trata del paso de la temporalidad a la eternidad, de la inmanencia humana al ámbito de la trascendencia divina.
☦️Lo que se celebra hoy no es una huida, una escapada de las “cruces” de este mundo. Jesús no abandona a los hombres, sino que su presencia en el mundo será con el Espíritu Santo. Este Espíritu hará que sus discípulos sean su Cuerpo. Por eso, es necesario descubrir que en la pequeñez de cada ser humano se encuentra la huella de Dios.
❓Así pues, la pregunta es aquí y ahora: ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?
Los discípulos de todos los tiempos estamos invitados a mirar a nuestro entorno, a tocar bien de pies en el suelo.
🙏El misterio de Cristo hace que el cielo y la tierra se unan, que no haya separación. Y Dios cuenta con nosotros para actuar, para hacerse presente y activo en el mundo. La misión es para todos: ayudar a las personas a tener esperanza, a vivir mirando hacia delante, a tener la actitud de contemplar el horizonte.
⛪Tenemos esperanza, porque “uno de nosotros está sentado a la derecha del Padre en la gloria de la Trinidad”
